Guadalajara, 9 de junio de 2016
Ecologistas
en Acción de Guadalajara alerta de otros dos proyectos en la cabecera y
afluentes del Río Salado, que podría generar un daño irreversible en
este espacio protegido por la Red Natura 2000.
Si se llevan a cabo las
explotaciones porcinas de Riofrío del Llano (1.590 cabezas) y
Querencia, pedanía de Sigüenza (10.000 cabezas), sumadas a las que ya
están en funcionamiento en Cincovillas y Valdelcubo y que aglutinan
varios centenares de cabezas, se disparará el riesgo de contaminación de
suelos y aguas subterráneas por nitratos de toda la cuenca del Salado,
pudiendo provocar daños irreversibles en este Espacio Natural Protegido.
A pesar de este riesgo
grave y evidente, el Gobierno Regional de Castilla-La Mancha parece
estar obsesionado en apoyar y fomentar estas macroexplotaciones. Su
actitud contrasta con la de otras comunidades autónomas como las de
Cataluña, Aragón, Castilla y León o Murcia, donde se han extremado las
restricciones sobre este tipo de instalaciones debido a los graves
problemas ambientales que han generado en varias de sus comarcas.
Esos problemas no son sólo
ambientales, sino que afectan de manera directa a la población puesto
que los purines liberados por estas explotaciones pueden contaminar con
nitratos las aguas superficiales y los acuíferos en los que los pueblos
cercanos captan el agua para beber.
El purín es el estiércol
licuado, pastoso o semilíquido, con fuerte olor amoniacal, resultado de
la mezcla de las defecaciones, aguas de lavado y restos de piensos. Para
manejarlo, las macro granjas porcinas utilizan sistemas de agua a
presión que requieren grandes aportes de agua limpia; es decir, las
macro granjas no sólo contaminan los acuíferos, sino que también
compiten con los pueblos cercanos por el agua potable.
En este sentido, la OMS
advierte de la peligrosidad de consumir agua que contenga más de 25
microgramos de nitratos por litro (µg/l). Sin embargo, la UE permite el
consumo de aquellas aguas cuya concentración de nitratos no supere los
50 µg/l.
Los purines que emiten
estas macrogranjas han provocado que en la comarca de Osona (Cataluña),
donde existe una alta concentración de estas explotaciones, los análisis
de manantiales hayan dado índices de nitratos por encima de los 400
µg/l.
Las nuevas instalaciones
que se pretenden construir en Querencia y Riofrío del Llano podrían ser
propiedad de los mataderos y fabricantes de piensos –auténticos lobbies
del sector– o alquiladas, donde el ganadero aporta la granja, el agua,
la mano de obra y la gestión de residuos, mientras que los propietarios
de los animales –frecuentemente los mismos fabricantes de piensos– se
encargan del transporte, les proporcionan la alimentación y los vacunan.
La repercusion socieconomica y creación de puestos de trabajo para la
zona será nula.
Los impactos que provocan
este tipo de macro granjas intensivas de ganado porcino son muchos y
variados, tanto económicos como sociales, sanitarios y ambientales.
Ecologistas
en Acción ha solicitado reuniones con el Viceconsejero de Medio
Ambiente en Toledo y con el Director Provincial de Agricultura, en
Guadalajara, para trasladar la preocupación de vecinos, ayuntamientos y
hosteleros, y obtener información mas detallada de ambos proyectos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario